Parte 24 - Estamos en guerra


Estamos en guerra


   La guerra está instalada y se infiltra como una contagiosa enfermedad en el conjunto de la sociedad humana.
A pesar de que algunos vivamos en un país sin guerra declarada, el fenómeno de la guerra está presente y se da en infinidad de actitudes y acciones de nuestra vida diaria.
   El origen tribal de la guerra sigue fuertemente presente en nosotros.
El ansia distorsionado de poder parece estar en el centro de esta terrible epidemia.
La perpetuación de sociedades injustas lleva a círculos crecientes de violencia, de arriba y de abajo.
   Los polos sociales, tanto aquellos que ostentan el poder y en gran medida determinan el diseño de nuestras sociedades, como quienes mas las sufren en el extremo de la pobreza, resultan los protagonistas mas visibles.
   Se trata indudablemente de un fenómeno que involucra a la sociedad en su conjunto e incide en todos los vínculos humanos.
   El incremento de la violencia, los trastornos de personalidad, los desordenes de conducta y de atención en los niños, el consumo creciente de drogas, todo refleja una misma actitud que está poniendo en riesgo también a nuestro hogar, el noble ser que nos cobija, el planeta Tierra.
   Lamentablemente tenemos que entender la violencia como un fenómeno adictivo mas. “A la gente le gusta ver sangre” en la televisión, es un comentario frecuente, los informativos venden especialmente mas durante la crónica roja. Los ejemplos se ven por todos lados.

   La homeopatía comprende que existe una grave distorsión miasmática que impregna el desorden de la energía vital de los seres humanos y se expresa en el conjunto de la sociedad: hipertrofia y destrucción, sus dos miasmas predominantes, sicosis y sífilis.
   Este desorden vital en todos los planos al que asistimos se debe en gran medida a un fenómeno descrito y enfatizado por la homeopatía: la supresión.
   No se puede abordar verdaderamente un mal si no consideramos y tratamos al conjunto y esto se aplica para todos los terrenos de pensamiento y acción.
   Las conductas sintomáticas que aíslan artificialmente un fenómeno del conjunto, con sus cada vez mas notorias y nefastas consecuencias, representan un modelo del que participa la medicina dominante, pero que se expresa en tantos otros ámbitos donde el poder indiscriminado de unos pocos está poniendo en riesgo el futuro próximo de la vida en la Tierra.
   Lamentablemente percibimos que no tenemos mucho tiempo si no hacemos un cambio profundo.
La homeopatía nos ofrece una oportunidad si tomamos conciencia, para sanarnos y compartir este regalo que no tiene precio.