Parte 23 - Los trastornos de personalidad


Los trastornos de personalidad


   Se trata de un capítulo de dimensión creciente por la frecuencia cada vez mayor con que se establece su diagnóstico.
Si bien se ha descrito un relativamente amplio grupo de cuadros en esta categoría, puede establecerse algunas pautas básicas para comprenderlos en su globalidad: se trata de una estructura de personalidad de menor estabilidad y consistencia que la estructura neurótica.
   Muchos autores la denominan estructura limítrofe o “borderline” sobre la que asientan los rasgos de carácter que dan lugar a distintos trastornos de personalidad.
El término limítrofe alude a varios aspectos.
Esencialmente responde al hecho de que su expresión clínica parece oscilar en ocasiones bajo una apariencia neurótica y en otras, de acuerdo al tipo de trastorno, bajo una expresión psicótica o psicopática.
Este funcionamiento crea frecuentemente dificultades y conflictos, también en el terreno diagnóstico.

   A pesar de las fluctuaciones y de la diversidad clínica hay algunas características comunes a todos ellos.
Habitualmente se trasluce desde la primera entrevista una cualidad invasiva en el modo en que el sujeto se vincula con el médico, lo que se percibe con incomodidad.
Una rápida confianza desmedida y masiva transferencia afectiva, actitudes desconsideradas o irrespetuosas, son pautas frecuentes y a la vez diagnósticas del trastorno.
   Precisamente el trastorno de personalidad expresa en especial como hemos mencionado anteriormente, el conflicto en el vínculo con los demás.
   La sensación de que “se mete debajo de la piel” es característica y uno queda rumiando con malestar el contacto con el paciente o el problema que le transmitió, ya sea en su actitud o en su demanda.
   El tema de la demanda, de depositarla en forma abusiva en el otro, el médico en este caso, es parte del cuadro y de algún modo recuerda una carencia, primitiva demanda insatisfecha de los tiempos tempranos del desarrollo.
Por eso resulta “pegajoso”el vínculo con este tipo de pacientes, porque se prenden con avidez, “con hambre”, parasitan al otro.
   Presentan una tendencia a pasar rápidamente de la idealización a la decepción, de las personas, las relaciones, los trabajos, etc, asociado al mecanismo de defensa primitivo de la disociación, donde hay una dificultad en integrar las cualidades buenas y malas de los objetos en otros de carácter mas real y consistente.
A propósito de ello, la escasa tolerancia a la frustración y la inconstancia, la impulsividad y el pasaje al acto son pautas frecuentes.
   El mecanismo de proyección masiva, llamado también identificación proyectiva es habitual, donde como ya mencionamos, el sujeto proyecta en forma masiva los aspectos que rechaza de sí mismo, inconscientemente en el otro.
   La dificultad de hacer insight, es decir, de tomar conciencia de la problemática personal, asumiendo los errores y las culpas desde una posición madura, es otro aspecto central. No asumen las culpas debido a la persistencia de una estructura inmadura, donde una fisura en su precaria estabilidad puede hacer emerger una angustia aún primitiva, y por tanto incontrolable, pudiendo dar lugar a desequilibrios emocionales importantes, actos impulsivos, agresividad o cuadros psicóticos.

   El tema de lo limítrofe no solo se expresa en las eventuales dificultades diagnósticas, sino también en que viven “en el límite”, en circunstancias riesgosas, buscando el límite que habitualmente traspasan. Es frecuente los intentos y la tendencia al suicidio, a la promiscuidad, al abuso o dependencia a drogas, o las conductas delictivas en ciertos perfiles.
   El DSM IV de la asociación americana de psiquiatría ha establecido tres grupos para englobar los distintos trastornos de personalidad.
Los cataloga como patrones persistentes, y desadaptativos de funcionamiento personal y en el vínculo con los demás, de inicio en la adolescencia o principios de la edad adulta, donde determinados rasgos de personalidad se acentúan distorsionadamente dando lugar a los distintos trastornos. 
Si bien pueden presentar rasgos de personalidad muy distintos unos de otros y aún algunos individuos incluirse en mas de una categoría, insisto, existe una estructura inmadura con características comunes a todos.
Los describiremos en forma breve:

El grupo A lo integran:

El Trastorno paranoide de personalidad está esencialmente asociado a características de desconfianza y suspicacia, interpretando con maliciosidad las actitudes de otros y adoptando consecuentemente posturas hostiles.
   Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Suspicaz
Celos (subrubros)
Ilusión es perseguido
Ilusiónes (subrubros múltiples)
Ilusión será asesinado
Ilusión es objeto de risas y burlas
Ilusiones no es apreciado
Cólera por celos
Peleador por celos

El Trastorno esquizoide de personalidad presenta rasgos centrados en un distanciamiento y retracción afectiva con una disposición limitada a establecer vínculos interpersonales.
   Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Reservado
Indispuesto a hablar - taciturno
Aversión a la compañía
Cuando está solo mejora
Aversión a que le hablen
Quiere estar tranquilo
Aversión a ser molestado
Inclinación a sentarse

El Trastorno esquizotípico de personalidad presenta una tendencia a las restricciones sociales, excentricidades en las percepciones o las ideas, mas bien raras, vagas o herméticas.
   Algunos síntomas en el repertorio homeopático (algunos ya mencionados, comunes a otros trastornos):
Absorto
Abstracción mental
Como en un sueño
Absorto en fantasías
Ilusiones de fantasías
Ilusiones (subrúbricas múltiples)
Ilusiones, imágenes ve fantasmas, caras, espíritus, figuras, espectros, etc.
excentricidad
Raro, - en las opiniones,- en gestos, - en el andar, - en el vestirse.
Pensamientos, - extraños, - vagos, -ridículos, (subrubros múltiples)

El grupo B lo integran:

El trastorno límite de personalidad cuyo nombre asimila el concepto de estructura limítrofe, puede considerarse el mas representativo de todo el grupo, debido al polimorfismo de manifestaciones, expresándose esencialmente en una inestabilidad afectiva y en las relaciones interpersonales, impulsividad, mas frecuencia al consumo de drogas y posibilidad de irrupción de episodios psicóticos breves, entre lo mas significativo.
   Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Genio variable,- alternante, rápidamente, - súbito
Alegre alternando con,- tristeza,- irritabilidad,- llanto
Impulsivo
Impaciente
Disposición al suicidio
Mutila su cuerpo
Cólera, alternando con arrepentimiento rápido,- tristeza, - llanto
Inconstancia
Afectuoso
Abandono sensación de
Mentiroso
Trastornos por drogas psicotrópicas
Trastornos por narcóticos
Deseo de drogas psicotrópicas
Morfinismo
alcoholismo

El trastorno histriónico de la personalidad se caracteriza esencialmente por una excesiva dramatización emotiva, tendencia a la teatralidad y a la seducción o provocación sexual como forma de vincularse con los demás. Los síntomas conversivos y disociativos son también frecuentes. Su actitud global está emparentada a la condición histérica, si bien presenta aquí una estructura mas inmadura e inestable que la histeria neurótica.
   Algunos síntomas en el repertorio homeopático (valgan los síntomas mencionados en neurosis histérica):
Histeria (subrubros), - desmayo histérico, - con hipocondría,- lasciva
Sentimental
Admiración excesiva
Veneración
Ilusiones (subrubros múltiples)
Coqueta demasiado
Quiere estar desnudo
Ninfomanía
Pérdida de la memoria
Visión perdida de
Audición pérdida de
Parálisis,- histérica

El trastorno narcisista de personalidad se manifiesta esencialmente en una actitud de sobrestima personal, arrogancia y falta de sensibilidad a las necesidades de los otros.
   Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Altivo
Vanidad
Egotismo
Egoísmo
Presuntuoso
Adulado deseo de ser
Desesperación por su posición social
Miedo a la opinión de los demás
Afectación,- en gestos y actos
Ilusiones gran personaje
Ilusiones, él es mejor que los demás
Sensación de poder hacer grandes acciones

El trastorno antisocial de personalidad se caracteriza por la tendencia a las disconductas severas, la violación de los derechos de los demás, la delincuencia como aspectos centrales. Se lo ha denominado clásicamente psicopatías.
   Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Antisocial
Desafiante
Incita a los demás
Desobediencia
Deshonesto
Astuto
Maldice
Insulta
Despreciativo
Impertinente
Insolente
Cleptomanía
Amenaza con matar
Deseo de matar
Violento
Peleador
Deseo de mutilar a los demás
Cólera violenta
Impulso mórbido a apuñalar a los demás
Destructividad
Separado de la sociedad

El grupo C lo integran:

El trastorno obsesivo compulsivo de personalidad se manifiesta esencialmente por una actitud de extremo control propio e interpersonal, orden, escrupulosidad, obstinación y rigidez entre lo mas significativo.
Si bien difieren en la estructura de base, gran parte de la sintomatología es similar a la de la neurosis obsesiva, valiendo como orientadores los síntomas repertoriales allí señalados.

El trastorno de personalidad por evitación se expresa esencialmente por una hipersensibilidad a la evaluación negativa, la inhibición social y un sentimiento de inadecuación personal.
   Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Sensible a la opinión de los demás
Sensible a las reprimendas,
Sensible a los reproches, a la críticas
Admonición agrava
Ilusiones es insultado,- despreciado
Incapaz de contestar cuando es emocionalmente herido
Timidez
Vergüenza
Falta de confianza
Miedo a la gente

El trastorno de personalidad por dependencia se caracteriza centralmente por una percepción de incapacidad personal y temores a la separación que lo lleva a adoptar una actitud de sumisión y dependencia a los otros.
   Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Dócil
Servil
Voluntad débil
Falta de carácter
Cobardía
Necesidad de compañía, - solo agrava
Falta de confianza
Temor al fracaso
Dependiente de los demás,- deseo de ser
Apegado fuertemente a los demás

Lo que enferma y lo que sana de las energías humanas


Un breve comentario:
   Existen personas que sanan con su energía y actitud, así como otras que enferman, cuya condición tóxica provoca malestar o hasta enfermedad en los otros. Los trastornos de personalidad en muchos casos promueven lamentablemente este último tipo de situaciones.
   Terapéuticamente y aguzando de la síntesis, son pacientes que requieren básicamente tres cosas: afecto, aprender a integrar mejor sus vivencias y límites.